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Las empresas latinoamericanas se muestran resilientes ante la pandemia
Según nuestro estudio, el sector del mercado medio de América Latina fue el más sólido de las cuatro regiones que fueron evaluadas durante el primer semestre. Y la vitalidad de estas empresas medianas se fortaleció aún más durante el segundo semestre de 2020, según el análisis prospectivo del Global business pulse de Grant Thornton, a tal punto que ahora se ubica apenas por encima de los niveles observados justo antes de que comenzara la pandemia.
Esta increíble hazaña es una impresionante muestra de la resiliencia de las empresas de esta región, lo que pone de manifiesto su capacidad para adaptarse y sobrevivir mientras la pandemia sigue avanzando en muchos países. Indica asimismo una característica fundamental de estas empresas: muchas de ellas son de propiedad familiar, con todos los beneficios financieros y de gestión que esto conlleva.
Además, refleja el ritmo constante de recuperación económica en la mayoría de los países de la región y una perspectiva más brillante para el futuro. Nicolás Cichevski Sola, gerente del área de consultoría de negocios de Grant Thornton Uruguay, afirma: “Los líderes empresariales son optimistas de que la región ingrese en un ciclo económico más positivo, sostenido por el incremento en el precio de los commodities y por el aumento del flujo de las inversiones extranjeras directas”. Esto se beneficiará de las bajas tasas de interés actuales, que deberían respaldar el gasto público y dar lugar a proyectos comerciales más viables en la región.
Todo esto se refleja claramente en los niveles de optimismo económico en América Latina, que han aumentado notablemente desde el primer semestre, a tal punto que el 59% de las empresas son optimistas o muy optimistas con respecto a las perspectivas de la economía en los próximos 12 meses. Los resultados más recientes nos dan un pantallazo oportuno de la solidez empresarial en un entorno dominado por el COVID-19, basados en entrevistas realizadas a alrededor de 5.000 líderes de medianas empresas entre octubre y diciembre de 2020 .
Sin embargo, la región sigue enfrentándose a grandes desafíos. Las tasas de infección por COVID-19 han ido en aumento, habiéndose presentado alrededor de un tercio del total de los fallecimientos mundiales en la región de América Latina , y muchos gobiernos han carecido de la voluntad o de los medios para apoyar a sus poblaciones y a su economía de manera adecuada. Además, desde el punto de vista práctico, se presentó el desafío adicional en países como Brasil, Argentina y México de cómo brindar apoyo a un gran componente "informal" de la economía que no está sujeto a cargas impositivas y que en gran medida no está regulado.
El golpe recibido por todas las empresas de la región ha sido considerable: la Comisión Económica para América Latina y el Caribe de la ONU estima que 2,7 millones (20%) de las empresas de la región cerrarán sus puertas de manera definitiva . Sin embargo, se espera que la mayor parte de las quiebras se produzcan entre las empresas más pequeñas, lo que plantea una pérdida de 8,5 millones de puestos de trabajo.
Roy Buddle, director regional de desarrollo de la red para las Américas en Grant Thornton International Ltd, destaca la gravedad de la situación: "Hasta que la gente pueda volver al trabajo de forma segura, existe un riesgo cada vez mayor de malestar social, ya que la inadecuada atención médica, la pobreza, el hambre y la desigualdad cada vez más amplias vienen acompañadas de una inestabilidad política potencial. Será fundamental dar seguimiento al trasfondo social”.
Roy también cuestiona los supuestos económicos más exuberantes entre algunos líderes del sector de la mediana empresa: “Uno de los aspectos que más me preocupa es en qué punto nos situamos en el ciclo de vida de la pandemia. Creo que probablemente estamos a mitad del camino, y ya se pueden ver los daños económicos que se han producido. La siguiente pregunta que planteo es: ¿qué tan rápido puede llegar la vacuna a la gente de estos países para que las economías vuelvan a tomar impulso? Esto es fundamental”.
La solidez del Global business pulse es que da seguimiento a dos dimensiones de la salud: las expectativas de crecimiento (medidas según las "perspectivas") y los obstáculos al crecimiento (monitoreadas según las "restricciones"). En el segundo semestre de 2020, ambos elementos registraron mejoras, destacándose una mejora más integral.
De los dos, las perspectivas se fortalecieron en mayor medida, pasando de 13 a 54,2 puntos en el segundo semestre, con mejoras evidentes en todos los países. Las restricciones mejoraron 5 puntos para alcanzar -47 e incluso superaron en 3 puntos los niveles anteriores a la pandemia registrados en el segundo semestre de 2019. Si bien Brasil y México presentaron una mejora en el indicador relativo a las restricciones, el indicador de Argentina cayó con respecto al primer semestre del año, lo que refleja los constantes retos económicos del país.
Si bien es posible que las empresas medianas no presentaran la misma vulnerabilidad inmediata que sus contrapartes más pequeñas mencionadas anteriormente, Nicolás señala que muchas de ellas dependen en gran medida del gasto privado interno, que puede tardar algún tiempo en recuperarse. Visto desde una perspectiva más positiva, y en el plazo inmediato, él señala que las empresas que podrían no haber desarrollado la misma escala y el mismo nivel de productividad que sus pares de mayor tamaño, pueden disfrutar de un poco más de protección contra las presiones de la competencia internacional.
Los tres elementos de las perspectivas mejoraron considerablemente en comparación con el primer semestre, pero lo que marca el ritmo es el optimismo económico. Actualmente, alrededor del 61% de las empresas de Brasil y México se sienten optimistas respecto a la economía durante los próximos 12 meses. La mejora es mucho menos pronunciada en Argentina, ya que un 47% de las empresas medianas se sienten optimistas con las perspectivas económicas, aunque este porcentaje es más alto que el promedio nacional de 2019.
Ha habido una mejora similar en las condiciones, lo cual refleja las expectativas de crecimiento empresarial y las intenciones de inversión. Históricamente, el Global business pulse ha mostrado una fuerte correlación entre estos dos elementos a escala mundial y es alentador ver cómo las empresas de América Latina siguen sus propias convicciones e invierten frente a la constante incertidumbre que implica el COVID-19. Las categorías de inversión que las empresas están priorizando en la región son tecnología (66% que busca aumentar sus inversiones), I+D (52%) y habilidades del personal (52%).
En lo que respecta a las expectativas de crecimiento, el 60% de las empresas medianas de América Latina espera aumentar sus ingresos en los próximos 12 meses, lo que representa la segunda perspectiva de crecimiento más alta de cualquier región objeto de seguimiento por el Global business pulse. Es significativo que un 58% de las empresas esperan que sus utilidades crezcan en los próximos 12 meses.
Sin embargo, las expectativas de exportación solo han registrado un ligero aumento desde el primer semestre. En la actualidad, solo el 38% de las empresas esperan aumentar sus exportaciones en los próximos 12 meses. En un análisis reciente de la Organización Mundial del Comercio se hace referencia a un entorno comercial "profundamente deprimido" para América del Sur en 2021, a pesar de los aumentos considerables registrados en los volúmenes globales . Ha habido algún debate en torno al impacto que el cambio de gobierno en los Estados Unidos tendrá en la región, pero, si se parte del supuesto de que Estados Unidos esté más orientado hacia el exterior y más dispuesto a comerciar, Robert Hannah, jefe global de mercados estratégicos de crecimiento de Grant Thornton International Ltd, considera que será “sumamente significativo” y que la región se beneficiará masivamente como un centro de recursos para Estados Unidos.
Roy hace hincapié en que, si Estados Unidos pone en marcha su recuperación y está dispuesto a apoyar a los países latinoamericanos en lo que necesiten para la vacunación, esto también constituirá un poderoso estímulo para la región, lo que podríamos ver reflejado en el próximo Global business pulse.
A diferencia de muchas otras regiones, se registró una marcada mejora en los obstáculos o "restricciones" al crecimiento en América Latina: hasta 5 puntos, para situarse en -47. Pero los tres componentes de las restricciones (ver a continuación) se comportaron de manera muy diferente durante el período. La incertidumbre económica fue el elemento que mostró la mayor mejora, lo cual refleja parte del repunte observado en el optimismo económico. Mientras tanto, las restricciones a la demanda, que reflejan preocupaciones con respecto a menores niveles de pedidos de bienes y servicios, no registraron variaciones durante el período, lo que muestra los desafíos previstos para el logro de la recuperación esperada.
Resulta alentador que las limitaciones de la oferta se hayan superado de manera sustancial durante el período. El motor más importante de este impulso ha sido una mejor perspectiva en lo que se refiere al acceso al financiamiento. Solo el 41% de las empresas prevén que una escasez de financiamiento restrinja su crecimiento: 12 puntos porcentuales por debajo del primer semestre de 2020 y ahora se encuentra por debajo de los niveles que se observaron en el segundo semestre de 2019. Esto preocupa menos en los tres países monitoreados por el Global business pulse, y el panorama regional puede estar vinculado al hecho de que varios países latinoamericanos tuvieron acceso a líneas de crédito flexibles por parte del FMI . Esto es sumamente importante y marcará la diferencia entre el éxito y el fracaso para algunos países en esta prolongada pandemia.